Capitulo 1: ¿Regalo o tragedia?

Hace mucho tiempo en las tierras de Lorine existía un pequeño pueblo llamado Eidn, donde vivía Elowyn, un joven campesino de quince años que vivía con su viejo tío Elránd, a las afueras de Eidn.
Un día, acercándose el cumpleaños de Elowyn, su viejo tío decide reparar un antiguo anillo que había pasado de generación en generación para regalárselo a su sobrino por su decimosexto cumpleaños, pero para ello debía ir a un volcán, ya que solo podía ser reparado con su magma, así que partió en ese mismo momento ya que quedaban cinco días para el cumpleaños de Elowyn, y se tardaba dos días en ir y otros dos días en volver, pero para que no sospechara nada Elránd, le dijo a Elowyn que debía de ir hacia las tierras del norte a por unas semillas que necesitaba inmediatamente para poder cultivar, y que volvería para su cumpleaños.
Nada mas partir Elránd tuvo que atravesar el Bosque Parlante, ya que era lo único que lo separaba del volcán, según cuentan en Eidn la brisa del viento arrastra voces de gente hablando y que una vez que las oyes mueres, pero Elránd no hizo caso de la leyenda por que según el “solo era una leyenda, como muchas otras cosas”, así que se adentró sin temor alguno al bosque.
Tras andar durante dos horas y media se acecho la noche sobre él, así que decidió encender una hoguera y pasar la noche en ese lugar. Al empezar a dormir oyó que la brisa del viento traía con el un susurro que decía:“tu hora a llegado”, así que se preparo y agarro fuertemente la daga que tenia debajo de la almohada, oyó unos pasos, que se acercaban mas y mas a donde el se encontraba, así que cuando pudo percibir que ya estaban cerca se levanto con la daga en la mano y vio que eran dos personas con espadas, que estaban tan afiladas que el reflejo del la hoguera, que se veía perfectamente en los filos de las espadas, así que le rodearon entre los dos y le preguntaron: “¿Qué es lo que te trae por aquí viejo?” y a lo que el respondió: “Asuntos de placer”, a lo que ellos gritaron: “¡Viejo estúpido no juegues con nosotros, sabemos que tienes el anillo de la esmeralda!” y con una pequeña sonrisa uno de los malhechores se echó sobre el e intento clavarle la espada en el corazón, pero no consiguió tocarle, después lo intento el otro, pero también fallo, así que Elránd aprovechó y consiguió clavarle al primero la daga en la pierna izquierda, el otro enfurecido fue donde Elránd y lo agarro de los brazos, de forma que quedó totalmente inmovilizado; el otro, se quito la daga de la pierna con un pequeño grito de dolor, fue donde el viejo y le dijo: “Di tus ultimas palabras por que estas apunto de morir”,así que el viejo se quedo pensativo durante unos segundos y el que le estaba agarrando le pregunto: “¿No tienes nada que decir?”, y Elránd afirmo con la cabeza y grito: “¡Álak!” y una gran ráfaga de viento apareció de la nada, haciendo que los dos malhechores chocasen contra los árboles quedando así inconscientes, y les amordazo en un árbol con una cuerda para que no volverían a dar problemas.
Se quedo mirando fijamente a la llama que salía de la hoguera pensando: “Este secreto lleva conmigo mucho tiempo y no quiero que se descubra”, tras un rato pensativo se echó a dormir, a la mañana siguiente se despertó y se dio cuenta de que los dos malhechores que había amarrado al árbol por la noche se habían escapado, por lo que se preocupo un poco, pero decidió seguir su camino hacia el volcán. El recorrido restante hacia el volcán fue muy tranquilo, hasta que finalmente llego, tubo que escalar unos doscientos metros para poder llegar a una cueva que daba al interior del volcán y así, poder utilizar el magma para poder reparar el anillo, una vez reparado el anillo, fue de vuelta a Eidn, al cual llego la noche antes del cumpleaños de Elowyn.
Finalmente llego el cumpleaños de Elowyn, al despertarse se sintió raro, como si algo dentro de el habría cambiado, se levanto de la cama, se vistió y fue hacia el gallinero donde se encontraba su tío echando de comer a las gallinas, Elránd al verle fue donde el y le dijo: “Felicidades sobrino, ya tienes dieciséis años, por lo que te quiero hacer un pequeño regalo que ha ido pasando de generación en generación al cumplir los dieciséis años”, así que Elránd saco el anillo de su bolsillo izquierdo del pantalón, Elowyn con cara de satisfacción expreso su gratitud hacia su tío en forma de abrazo y se puso su anillo, su tío le dijo una ultima cosa: “este anillo te ayudara bastante ahora y después”, Elowyn, extrañado, le pregunto a su tío: “¿En que me ayudara?”, a lo que el respondió: “Con el tiempo lo descubrirás”, y Elowyn se giro y se marchó extrañado ha hacer los recados, como todos los días. A las dos horas Elowyn termino de hacer los recados, así que volvió a casa, donde se encontró a su tío ensangrentado; tras poner una cara de horror, Elowyn corrió hacia su tío y le dijo: “Tío, ¿Qué ha pasado?” y Elránd apunto de morir le contó que tenia un don y que ese don no era uno cualquiera, sino que era el don de la magia y que el lo mas seguro es que también podría practicarla, con lo que Elowyn pensó que eso seria lo que le pasaba esta mañana, que podía practicar la magia, esa era la razón por lo que el se encontraba extraño; Elránd también le contó lo que paso en el Bosque Parlante de camino al volcán, para reparar el anillo que le había regalado recientemente, tras esto Elránd en sus ultimas palabras le dijo: “Los malhechores… han debido de decirle a Emperess que tenia el anillo y han venido… a buscarle y como no les he dicho donde se encontraba… me han hecho esto”, Elowyn estaba preocupado por Elránd y por que el tenia en su propiedad el anillo.
Elránd le dijo que huyera a las tierras del sur y que fuera a la taberna de la ciudad de Ulthuan y que preguntase por Khaine donde conocería a un viejo amigo de Elránd que le ayudaría como maestro para dominar la magia que yacía en su interior. Pocos segundos después Elránd murió y Elowyn le enterró al lado del gallinero, preparo una bolsa con algo de comida y algo de ropa y marchó hacia Ulthuan a conocer a ese tal Khaine.